Leer y escribir ... un ambiente alfabetizador



Leer y escribir son dos de las capacidades comunicativas que más impactan en la educación, existen muchos métodos para poder acceder a estos conocimientos, numerosos autores reflejan cuales han sido sus experiencias en esta tarea, Miriam Nemirovsky en ¿Cómo podemos animar a leer y escribir a nuestros niños?, define a estos procesos como:
“Leer es la actividad de interpretar textos, textos que tienen sentido, que comunican, informan, transmiten; y escribir es la actividad de producir textos”.

            El largo camino de la alfabetización implica reconocer como es que cada pequeño pasa por las diversas etapas e hipótesis que le permiten acceder a la lectura y la escritura.

Actualmente escucho en el programa del  plan nacional de lectura 11 + 5,  crear un “Ambiente alfabetizador” en el aula que permita formar mejores lectores y escritores, ¿mejores? Será que en algún momento ya éramos lectores y escritores, será que en mi aula hay padres de familia que son buenos lectores y escritores y no me he dado cuenta.

Lo primero que tengo que hacer es reconocer que es realmente un ambiente alfabetizador: en mi experiencia resulta dotar a los niños de los suficientes materiales, libros, revistas, cuentos que les permitan tener un primer contacto con el mundo del lenguaje escrito, como docente debo ser quien los motive para que les interese conocer que es lo que dice un texto o puedan interpretarlo basándose en algunas de las características que este tiene.

Para lograr involucrar a los pequeños de manera consiente en su aprendizaje, es necesario que cada uno cuente con el mejor ambiente alfabetizador; es decir, un espacio donde de manera regular y sistemática, se favorezca la realización de lectura y escritura[i]. Existen condiciones mínimas que este debe cumplir, pues no todo lo que se pueda leer puede ser parte de este.

La primera condición es “la interacción entre sujetos”, los pequeños pueden observar a diferentes personas leer, esto les ayuda a definir cuál es la función que esta tarea tiene, van descubriendo que sirven para resolver diferentes situaciones y necesidades. Los papeles de lector y escritor juegan un papel fundamental a modo de referentes futuros, aunque no necesariamente todos los ejercicios impliquen leer y escribir, cada acto lector y las producciones escritas, son un paso más a la alfabetización.

Como segunda condición debe existir una “interacción con textos”, pues el leer y escribir se aprende leyendo y escribiendo textos de uso social, resulta evidente que la lectura no sólo se gesta con material elaborado únicamente para el ejercicio de la lectura; sino con todo el material que se encuentra en la vida cotidiana. De ahí surge la necesidad de incorporar a nuestro ambiente diversos tipos de texto, en donde se reconozca la funcionalidad de la lectura y la escritura. Se recomienda la presencia y disponibilidad de novelas, recetas, noticias periodísticas, cómics, anuncios publicitarios, textos expositivos, poesías, cartas, etc. Para hojear, leer, analizar, escribir, comentar, discutir, revisar y confrontar. Igual de importante es contar con los materiales y elementos a la mano para la producción y el soporte de los textos.
Y por último “espacios y tiempos”, es decir, disponer de lugares y periodos de tiempo en los cuales los pequeños puedan disfrutar de estas acciones, destinar un espacio dentro del aula, en el que se sientan cómodos; pero sobre todo respetar los momentos y dedicar el tiempo necesario para que los pequeños encuentren la función de lo realizado, pues de nada serviría tener periodos esporádicos en los que no se encuentre reflejada la importancia de la acción.


[i] Curso de formación y actualización professional para el personal docente de educación preescolar. Volumen I.